Tal y como se preveía, Éver Banega se vio obligado a entrenarse ayer al margen de sus compañeros. Descartado por Nuno, nuevo técnico che, el argentino se reencontraba con el resto de la plantilla tras su gira por Sudamérica y Londres, pero lejos de reintegrase al grupo, fue confinado a trabajar aparte, junto a Postiga, Jonas y Viera.
Queda claro, por tanto, que el de Rosario no tiene cabida en Mestalla. Y la solución a sus problemas podría llegar de la mano de un viejo conocido: Unai Emery. El Sevilla, en busca de un mediocentro creativo, baraja su incorporación. Un fichaje que, además, no conllevaría un gran desembolso, ya que, aunque el Valencia no le dejaría irse gratis a Nervión, a lo que sí accedería para que regresase a su país, en la capital del Turia son conscientes al mismo tiempo de que no recibirán una gran cantidad por su traspaso, ya que además sólo le queda un año de contrato.
Para conocer mejor qué sensaciones alberga el jugador, ESTADIO se puso en contacto ayer con su padre, Daniel Banega, quien aseguró que sólo conoce el interés del Sevilla por la prensa, aunque en sus charlas casi diarias con su hijo no ha salido el nombre del conjunto hispalense.
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