martes, 29 de abril de 2014

El sueño de lo imposible


Se cuenta en el Génesis (primer libro de la biblia) que la creación del mundo, que fue en seis días; dice que al séptimo día Dios se sentó a descansar. 

El tedio que sintió era tan grande que se levantó y creó al Sevilla FC, -¡ole! – dijo para sí- llevarás el color blanco de la pureza, la bondad y el optimismo; y el rojo de la sangre que recorre las venas, rojo del amor y la pasión. 

Y para defenderlo le dio a una afición. “Ahora si está el mundo completo”, pensó. Pero ya no pudo descansar, las palmas y los tambores no dejaban de sonar; era el sevillismo que día y noche no paraba de animar.

Ahí estaba Dios gritando: ¡Sevilla! Aquí estamos contigo, ¡Sevilla!; vaya equipo con casta, coraje, arte, filigrana, salero, creador y valladar. Esto si lo he hecho a mi imagen y semejanza. Para que luego digan.

Y concluyó: no es bueno que el Sevilla esté solo, haréle rivales para él. Luego vino todo lo demás…

Entre tanta emoción, hizo una promesa: como yo me retiro y a partir de ahora estaré en el tercer anillo, haciendo la ola o haciendo amigos, prometo que cada cierto tiempo tocarás el cielo para que pueda sentirte, para que sepas que nunca me he ido.

Permítanme este sueño imposible porque como dijera Silvio Rodríguez: “Yo he preferido hablar de cosas imposibles porque de lo posible se sabe demasiado”.

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