El fútbol español tiene un gran problema. Y tanto Sevilla como Betis son partícipes del mismo. No es algo nuevo que los clubes deban importantes cantidades de dinero a la Agencia Tributaria, pero ha sido en estos momentos de crisis y, por ende, de afán recaudatorio, cuando los organismos competentes se han puesto manos a la obra para tratar de cobrarse una deuda que enfrenta a la Liga de Fútbol Profesional y al Gobierno en lo que a su cuantía se refiere.En este sentido, la LFP ha anunciado una importante reducción del 25% de la deuda con Hacienda, cifrándola el pasado mes de junio en 482 millones de euros, 165 menos que la temporada anterior, cuando ascendía a 647.
Sin embargo, según fuentes de la Administración citadas por El Mundo en el estudio publicado ayer, dichos datos han causado cuanto menos sorpresa, ya que el endeudamiento real en esa fecha era de 564 millones (82 kilos más), por lo que la reducción en el último año se sitúa en el 15%, sin señalar las muchas dificultades sufridas para cobrar los aplazamientos y fraccionamientos acordados con los diferentes conjuntos.
Llama la atención que el Sevilla sea uno de los clubes con mayor volumen de deuda global, según indica el citado diario. Y es que, aunque lejos de los casi 550 millones que debe el Atlético de Madrid o los 382 del Valencia, la entidad que preside José Castro se encuentra entre las más endeudadas del fútbol español, con un total de 101,2 kilos. Sin duda, números para la preocupación en el entorno nervionense, pese a que Javier Tebas siempre ha puesto al conjunto blanquirrojo como modelo de gestión y ha alabado su saneamiento. Leer articulo completo
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