Cuando Iglesias Villanueva pitó el inicio del partido suspiré mordiéndome los labios y rezando para que mi equipo el Sevilla FC apareciera diferente a todo lo visto en lo que vá de temporada.
Empezé a notar esa superioridad sevillista en los primeros minutos y el dominio de los nuestros. por fin, parecía que le estaban echando ganas e íbamos a ver un nuevo sello de identidad en el equipo.
Tras un despiste en la defensa del Almería, Gameiro listo como pocos, aprovechó el error del rival y tras sortear al portero, chupinazo por arriba a Esteban. Minuto 6´ y ya nos poníamos por encima del marcador. Era el 1-0 a favor de los nuestros. Todo hacía indicar que el partido lo teníamos controlado, el Almeria estaba perdido y no había llegado apenas a la porteria sevillista. Se sentía ése leve cambio que denotaba ganas y presión en el campo. Muchas llegadas a la portería de Esteban, y muchos fallos a puerta, perdonando demasiado y claro éso pasa factura.
En el Minuto 22´ pasó lo que siempre ocurre, una pérdida estúpida de balón y tras el pase de Suso, Rodri empata ante la mirada atónita de la afición, que de nuevo veía que una llegada un Gol del equipo contrario. Era el 1-1. A raíz de éste resultado, la saga sevillista se desinfló y comenzó a perder gas. A pesar de estar bien plantados, las pérdidas de balones nos iban provocando dudas y en el Minuto 34´ casi remonta el Almería, cuando un tiro de Vidal por debajo de las piernas de Beto hace pensar en lo peor, gracias a que reacciona y toma el esférico antes de rebasar la línea de Gol. Respiramos tranquilos, a la vez que teníamos el corazón en un puño sabiendo que nuestro equipo nos iba a hacer una de las que nos tiene por desgracia acostumbrados. A pesar de seguir dominando, habíamos bajado la intensidad y el Almería tomaba posición en el campo y el control del partido.
La segunda parte, mejor ni comentar nada de lo vivido en el terreno de juego, el Sevilla FC volvía a ser el equipo sin ideas que nos tiene acostumbrados, apagados, apáticos, sin fuerzas y lo que es más doloroso, sin ganas. La deseperación se apoderaba, ya no sólo en los jugadores que veían importentes como el partido se les iba de las manos, y no eran capaz de controlarlo, sino de una afición que a pesar de dejarse la garganta animando y alentando a su equipo, pitaba viendo que su equipo no transmitía nada, el indicio de la primera parte, había desaparecido. ¿Dónde había quedado aquellos minutos de ansia por ganar el partido?
Ni que decir que siempre son los mismos jugadores, los que se desinflan por el equipo, Jairo sigue ascendiendo a pasos agigantados y nuestro Capitán Rakitic se transforma dándolo todo y multiplicándose en cada jugada. Gracias a su buen hacer y saber estar, estuvo atento a la carrera de Marco Marín, y éste al darse la vuelta vió como llegaba su compañero como una exhalación apareciendo de la nada y batiendo de cabeza en el minuto 93´ el marco que defendía Esteban. Nuevamente Iván Rakitic, nuestro gran Capitán lo daba todo por la camiseta que defendía, por nuestro Sevilla FC. Sería el Gol de la victoria, el definitivo 2-1, que si bien nos daba la tranquilidad de 3 puntos más, no nos íbamos con la alegría de ver un equipo comprometido y con ansias de luchar.
Uno de los temas más escabrosos de nuestro Sevilla FC, amén del equipo técnico que deben seguir trabajando muy mucho, es el aspecto físico de los jugadores. Nuestra enfermería ya es de risa, demasiados jugadores con problemas musculares, sin una buena preparación es compliacado poder competir. Creo que tenemos en éstos momentos la peor preparación física de todos los clubes, sin un referente médico a la cabeza.. No podemos tener a 2 preparadores físicos para tales envergaduras. El Consejo del Sevilla FC debe sentarse muy seriamente, y buscar una solución rápida a éste gran problema, porque es básico que los jugadores estén al 100 por 100 y que su preparación física sea la adecuada por el bien del propio jugador, y de la entidad.Ya he dado mi opinión al respecto, pero no soy yo quién tiene que tomar las decisiones adecuadas para éste menester, supongo que dentro del Club verán lo mismo que vemos los aficionados, y en ellos está dar soluciones, si no ésto tiene muy mala pinta.
En resumen, tuvimos un halo de esperanza de que el equipo estaba dando un paso adelante, pero fué eso, un espejismo que duró apenas 35 minutos, el resto mejor enterrarlo. Queda mucho camino que recorrer, y mucho que arreglar si queremos seguir en lo mas alto de la tabla y ascender posiciones, espero que Unay Emery dé con la tecla de una vez y podamos ver un equipo del Sevilla FC sin el corazón en la mano, latiendo a mas de mil. Es hora de que la afición sevillista que nunca falla al equipo vuelva a sentir que su equipo merece la pena. Hasta la Muerte! SEVILLA FC. (@sevifati)
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